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Merkel, Zapatero y Sarkozy intimando en público. ¿En qué idioma se entenderán? Cómo no sea en lengua "neolib" |
Tras los resultados electorales del pasado 22 de mayo y el preocupante triunfo de la derecha política, parece que hemos olvidado la crisis financiera que nos subyuga y la nueva oleada de recortes sociales que están por venir. Efectivamente, en nuestro país preocupa mucho más cuestionar la actitud de toda la clase política (aunque hay sobradas razones para poner en la picota a una parte de la misma) que reflexionar críticamente sobre un sistema económico que nos conduce a la ruina económica, social y ecológica. Por ello, no debemos olvidar las últimas “recomendaciones” de la UE para mantener un sistema financiero putrefacto que no para de golpear ferozmente a la ciudadanía y, a la vez, destruir lo poco que queda de un Estado de bienestar agonizante. Por eso es necesario conocer y analizar la última propuesta de reafirmación de las finanzas europeas por parte de unas élites políticas que han dado definitivamente la espalda a sus ciudadanos. Esa propuesta se llama pacto del euro.
¿En qué consiste realmente el pacto del euro?
Es un paquete de medidas acordadas el pasado 11 de marzo por los 17 países que forman la zona euro y con el que se pretende, según sus autores, mejorar la competitividad y "contribuir a un crecimiento más acelerado y sostenible a medio y largo plazo, generar niveles más elevados de ingresos para los ciudadanos y conservar nuestros modelos sociales", con el objetivo fundamental de “combatir la crisis y la deuda”. Este preámbulo no es más que retórica vacía y engañosa porque de lo que se trata es de aplicar las inútiles y dañinas recetas de siempre para mantener los privilegios de unos pocos, a saber, recortes sociales y planes de austeridad que han sido diseñados en los despachos de la canciller alemana Angela Merkel, para mayor gloria y beneficio de la banca alemana.
Los países firmantes del documento presentarán oficialmente sus compromisos esta semana y si nada cambia firmarán el pacto el próximo 27 de Junio. El gobierno de Zapatero, fiel lacayo de los dirigentes de la UE, ya se comprometió en marzo a tomar ocho medidas para cumplirlo. Entre ellas destacan debilitar la negociación colectiva, el retraso de la edad de jubilación o el enésimo plan para acabar con la economía sumergida.
Los puntos principales del pacto son:
·Establecer un sistema permanente de revisión de las pensiones aumentando la edad de jubilación, cosa que España ya ha puesto en práctica, y reducir el importe de las mismas cuando la situación económica así lo exija.
·Reforzar la reestructuración de las Cajas de Ahorro; es decir, avanzar en su definitiva privatización, rechazando la idea de una banca pública que permita canalizar la financiación a empresas y familias en momentos de crisis evitando así la asfixia de los productores y de los consumidores como consecuencia de la congelación de los créditos privados.
·Reducir las cotizaciones a la seguridad social y aumentar el IVA y los impuestos indirectos. ¿Qué significa esto? Que se reducirá aún más la capacidad adquisitiva de los salarios y peligrará la financiación pública de las pensiones. Por otro lado, se permite que sigan aumentando los impuestos indirectos que gravan las rentas de todos los ciudadanos sin diferenciar el volumen de cada una de ellas. De esta forma ricos y pobres soportan el mismo tipo de carga impositiva o dicho en otras palabras no paga más el que más gana sino que, proporcionalmente, ocurre al revés. Estas nuevas exigencias vulneran principios constitucionales que están recogidos en nuestra carta magna como son el de capacidad económica y el de progresividad.
·Reforma de la negociación colectiva y de las políticas activas de empleo: el Congreso acaba de aprobar el decreto-ley de reforma de la negociación colectiva con los únicos votos a favor del PSOE. Este decreto descentraliza la negociación colectiva, facilitando así el descuelgue de las empresas de los convenios sectoriales. Aquí el problema no radica estrictamente en flexibilizar la negociación colectiva sino en la imposición de un marco legal en el que los sindicatos no tienen ningún tipo de participación en la gestión y organización de las empresas. La conclusión es clara: de esta forma el trabajador queda indefenso frente al empresario.
Para Cayo Lara, el ‘Pacto por el Euro’ que, entre otras cosas pretende ligar salarios a la productividad, flexibilizar la negociación colectiva y ampliar la edad de jubilación en la eurozona, es “una vuelta de tuerca más” contra los derechos de los trabajadores."
Por su parte, el eurodiputado y portavoz de Izquierda Unida en el Parlamento Europeo, Willy Meyer, señaló que la Europa Social “ha sido volada por los aires” y que “se viven momentos de excepción” después de que las grandes fuerzas conservadoras y socialdemócratas de Europa hayan sellado un pacto contra el estado social europeo. Ante este “ataque” la respuesta adecuada es pedir la opinión al pueblo europeo, mediante referéndum, porque “si se consulta a los europeos éstos dirán que no” al ‘Pacto por el Euro’, porque se trata de un acuerdo que requiere de reformas constitucionales en los Estados y del Tratado de la Unión Europea y, por ello, considero que la izquierda debe converger en la lucha contra este acuerdo con los sindicatos, tanto en el ámbito estatal como en el ámbito europeo.
Si a este paquete de medidas le añadimos las “nuevas recomendaciones” formuladas esta semana por el Fondo Monetario Internacional, que cuentan con el beneplácito de la Ministra Elena Salgado y con el apoyo del Partido Popular, la situación se agrava. El mensaje de los dirigentes europeos ante la crisis es claro: recortes salariales a los trabajadores y nuevas rebajas fiscales a los ricos y poderosos. Y no menos claro es el sometimiento del régimen bipartidista PP-PSOE ante tamaña injusticia, que no producirá otra cosa que más desigualdad y mayor empobrecimiento de la sociedad española.
María José Pérez Salazar, afiliada a IU de Azuqueca de Henares