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Un buen lema para los trabajadores |
En el verano de 2009 el Gobierno aprobó la ayuda de 420 euros (426 euros actualmente) para todas aquellas personas en paro que hubieran agotado el subsidio de desempleo o cualquier otra prestación económica. El objetivo de tal ayuda era aliviar la situación de emergencia social que sufrían cientos de miles de parados que comenzaban a agotar sus prestaciones, y que no tenían expectativas racionales de colocación en un mercado de trabajo que destruía empleo a un ritmo desconocido.
Por cierto, tras la aprobación de la reforma laboral no ha cesado la sangría del desempleo, por lo que queda demostrado que esta medida intolerable, muy al contrario de lo que vaticinaban sus promotores, sólo ha servido para empeorar la situación de los asalariados. Pero este es otro tema.
Hasta el mes de octubre cientos de miles de personas se beneficiaban de esta ayuda de emergencia. Ante la avalancha de parados de larga duración que se quedaban sin ingresos este subsidio ha ido prorrogándose de seis en seis meses. Pero el Sr. Zapatero ha decidido que estos cientos de miles de parados sin ingresos ya no merecen una asignación de subsistencia. Por tanto, el Gobierno abandona a su suerte a más de medio millón de ciudadanos y a sus familias dejándolas al borde del abismo.
Desde luego que la ayuda de los 426 euros no es la solución para salir de la crisis pero sí es un alivio básico para muchísimas familias en España que no encuentran empleo, que han agotado todas las prestaciones a las que tenían derecho, que tienen cargas familiares y que se encuentran desesperadas.
Conviene saber que Izquierda Unida no se conformó con apoyar una prórroga que al final se malogró por decisión del Gobierno sino que, concretamente el 10 de octubre, propuso que la ayuda fuese indefinida. Además, planteó enmiendas para que se incluyeran en ella también a los agricultores y a otros grupos sociolaborales desprotegidos. Las propuestas de IU, desgraciadamente, no fueron difundidas por los medios de comunicación.
Las dudas sobre el mantenimiento del llamado Programa Temporal de Protección por Desempleo e Inserción (PRODI) han sido una constante. En las últimas semanas, al poco tiempo de ser nombrado Ministro de Trabajo, Valeriano Gómez anunció su intención de prorrogarlo. Pero poco después dejó entrever que esta decisión podía cambiar. Y así ocurrió, puesto que el Gobierno ha decidido unilateralmente, sin contar con el resto de las fuerzas políticas, suprimir la ayuda. No obstante, el Ministro de Trabajo se apresuró a asegurar que antes de que acabe la vigencia del programa de los 426 euros se habrá diseñado otro que lo sustituya. Veremos en qué consiste el nuevo diseño de un Sr. Ministro al que ya nadie entiende. Recordemos que se manifestó contra la reforma laboral y ahora tiene que aplicarla, y que defendió un subsidio que se dispone a eliminar.
La supresión de esta ayuda que iba dirigida a un colectivo social vulnerable como es el de los parados de larga duración es una demostración más de las políticas antisociales que viene aplicando el gobierno socialista, al que ya no le importa perjudicar a cientos de miles de personas que están en una situación desesperada.
Estamos frente a una prueba más de que llegó el momento del cambio. Pero este cambio no puede ser ciego. Que nadie se engañe. Los que crean que el PP puede conducir el cambio se equivocan. Las políticas neoliberales practicadas por un PSOE que se arrodilló ante el gran capital se verán reforzadas por el PP o, lo que es lo mismo, una política de derechas será sustituida por otra más de derechas.
Los populares no dudarán ni un instante en arremeter vilmente contra los más desfavorecidos. Endurecerán las reformas sociales y laborales ya en marcha, acelerarán la privatización del sector público y terminarán, si es que el PSOE no lo hace antes, lo que reste del desmantelamiento ya comenzado. Abandonemos por tanto con la mayor urgencia la ilusión de pensar que el PP es la alternativa a la crisis. Rechacemos la idea difundida por casi todos los medios de comunicación de que la derecha es la alternativa a una crisis que, no lo olvidemos, fue provocada por políticas de derechas.
La solución consiste en cambiar el sistema. Y eso se producirá únicamente cuando la gente decida que quien tiene que gobernar es la izquierda, la de verdad, la que denuncia que el actual sistema económico es inmoral e inviable.
Digámoslo una vez más: no hay salida a la crisis por la derecha.
Mª José Pérez Salazar, afiliada de IU de Azuqueca de Henares